Irpín, localidad cercana a Kiev, ha sido uno de los escenarios más golpeados por la guerra. Prueba de ella son sus calles fantasma pero, también su cementerio, una instalación que ya existía pero que nunca ha presentado una imagen como la de ahora.

Como se ve en las imágenes, el aumento de víctimas en la guerra en Ucrania ha obligado a sumar filas a la extensión del cementerio, ubicado a 8 kilómetros de Kiev. Las cinco primera filas corresponden a los ucranianos fallecidos en la guerra. Sin embargo, todavía se siguen cavando más tumbas. Fue en esta ciudad donde se vivió el bombardeo de las tropas rusas a un puente utilizado por refugiados para escapar de los ataques. Este asalto provocó la muerte de al menos menos ocho civiles, entre ellos una familia entera, los padres y dos hijos.

Un mes más tarde, algunos ciudadanos de la localidad están regresando a sus hogares, unos edificios que completamente destrozados. Por ello, muchos de ellos están entrando a sus casas por las ventanas al estar el edificio totalmente derruido por dentro. No hay gas, tampoco electricidad. Sus habitantes se alimentan en estos momentos con la ayuda de hogueras que instalan en las calles.

Algunos acuden a la que fue su ciudad natal en busca de sus coches. Así lo relata Alberto Sicilia, enviado especial de laSexta en Ucrania. El corresponsal asegura que las escenas que se pueden ver en la localidad residencial ucraniana siguen siendo del apocalipsis. Detalla que se han encontrado un total de 269 cuerpos en la ciudad dormitorio de más de 100.000 habitantes. Por suerte, la mayoría de los residentes de esta ciudad escaparon a tiempo de la guerra.