Ahmad Syukri, de 21 años violó y golpeó el año pasado a una niña de 14 años y se enfrentaba hasta 30 años de prisión. Sin embargo, según el fiscal Ahmad Fariz Abdul Hamid, ha evitado el castigo tras acogerse a una ley islámica y contraer matrimonio con su víctima. Un tribunal de Kuching, ha determinado que no hace falta seguir con el proceso tras recibir el certificado formal del enlace y de que la menor retirase la denuncia.

Tan Heang Lee, portavoz de la Organización de Ayuda a las Mujeres, ha manifestado que es "es común que los violadores se casen con sus supervivientes, especialmente si son menores de edad, para encubrir el delito". Además, ha afirmado que existe "un riesgo alto" de que la víctima siga sufriendo abusos de por vida, ya que "el matrimonio es prácticamente una extensión de la violación".

La legislación malasia estipula la edad mínima de matrimonio en los 18 años, pero las niñas musulmanas de menos de 16 pueden obtener el permiso en los tribunales islámicos. Una etnia, la musulmana, que representa al 60% de la población total del país.

Human Rights Watch a denunciado que unas 16.000 mujeres del país se hayan casado antes de cumplir los 15 años, según los datos facilitados por el propio Gobierno en el año 2010.