En un contexto de fuerte abstención, cercana a un histórico 38%, la primera cita en las urnas desde la llegada del socialista François Hollande a la presidencia de Francia en 2012 se saldó con una neta victoria de los conservadores y un resultado histórico del ultraderechista Frente Nacional.
El Frente Nacional se ha hecho con diez nuevas alcaldías, en medio de un incremento del respaldo a nivel nacional que le ha llevado a aumentar ocho puntos porcentuales respecto a los comicios de 2008.
Las municipales se han saldado con un resultado muy positivo para la formación, que ha logrado además 1.200 concejales, un aumento espectacular comparado con los 60 que logró hace seis años.
"Hemos entrado claramente en una nueva etapa. Es necesario que se cuente con una tercera fuerza política en nuestro país", ha dicho Le Pen, que ha pedido al presidente, François Hollande, que "entierre" el pacto de responsabilidad.
En las elecciones de este domingo, la derecha se habría impuesto en ciudades importantes consideradas hasta hoy bastiones de la izquierda tales como Saint-Etienne, Reims, Limoges o Amiens, en un signo más del duro revés que ha sufrido el gobernante Partido Socialista francés.
Según las proyecciones basadas en encuestas a pie de urna y datos oficiales, la izquierda ha conseguido en torno al 42% de los votos, mientras que la Unión por un Movimiento Popular y sus aliados han logrado la victoria con en torno al 49%.