Tateh nació en los campamentos refugiados saharauis, abandonó la ciudad argelina de Tinduf a los 11 años, en 2015 volvió a su país con el deseo de convertir el desierto en un lugar habitable.

En 2017, con una iniciativa financiada por Acnur, llegó a construir hasta 25 viviendas con botellas de plástico y arena para refugiados, la primera de ellas para su propia abuela.

Los muros de las ecoviviendas que vemos en el vídeo son de botellas de plástico rellenas de arena: cada una de ellas requiere 5.000 botellas de plástico y su construcción dura aproximadamente una semana.

Tateh es conocido popularmente como el 'loco del desierto'. Su perfil solidario le lleva a intervenir en congresos y eventos como este presentado como un ejemplo de compromiso y esfuerzo por la gran labor humanitaria que desarrolla.

Un trabajo minucioso que hace del desierto un lugar habitable para aquellos refugiados a los que gracias a Tateh pueden encontrar lo más parecido a un hogar.