A Hillary Clinton ya le salen los números y ha roto un enorme techo de cristal, pero no ha logrado aún despertar entre sus votantes la ilusión de Obama. Su imagen es menos fresca y moderna. Los jóvenes han apoyado a su rival, a Sanders. Es una mujer fuerte y dura, y eso, hay quien lo percibe de forma negativa.

Trump sigue con la estrategia de racismo, machismo y ataques generalizados que tan bien le ha funcionado hasta ahora. La última ha sido acusar a Clinton junto a su marido, de corrupción. Entre algunos levanta pasiones, pero auténtico rechazo entre muchos otros, también de su partido.Se ha ganado a pulso lo que le odien, está destrozando el partido y va a haber republicanos que voten a Hillary”, explica Daniel Ureña, director general de MAS Consulting.

Veremos quién logra convencer y movilizar al electorado. Si el magnate deslenguado y sin ninguna experiencia política, o la candidata más preparada de las últimas décadas.