El ataque iraní a bases militares estadounidenses en Irak no ha dejado ninguna víctima, tan solo daños materiales. Un hecho que parece indicar que Irán no buscaba iniciar una guerra tras el asesinato del general Soleimani, tan solo dar un aviso.

Si bien el Ayatolá aseguraba que se trataba de "una gran bofetada", pero que esta acción militar "no es suficiente", hay varios motivos que hacen pensar que el régimen no pretendía causar muertes en las filas de EEUU.

Por ejemplo, el uso de tan solo 22 misiles, que, a pesar de poder parecer una gran cifra, resulta casi insignificante respecto a los miles que Irán tiene en su arsenal. También que el ataque se perpetrara de madrugada, cuando los soldados no se encuentran realizando sus labores, y con un previo aviso, una hora antes.

Tiempo suficiente para que EEUU pudiera evitar cualquier posible baja. Ya que, de no haber sido así, Donald Trump habría respondido militarmente.

"La reacción de Irán ha sido legal, medida e inteligente", ha explicado Hasan Qasqhavi, embajador de Irán en España. Además, el país asiático ha hecho saber a la Casa Blanca que esta sería su única respuesta al asesinato del general.

"Tanto a EEUU como a Irán les interesa rebajar la tensión, desescalar el conflicto y, de momento, no ir a mayores", ha señalado Jorge Mestre, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Valencia.

Los expertos no prevén nuevos ataques, aunque vaticinan un 2020 caliente entre ambos países.