"No queremos morir pero la muerte es mejor que el abuso (...) Vamos a morir juntas porque es mejor que morir cada día". Son las últimas palabras que dejaron escritas antes de morir Kalu, Mamta Meena y Kamlesh, tres hermanas que prefirieron quitarse la vida a seguir viviendo ese infierno por la dote matrimonial.

Las mujeres fueron encontradas en un pozo junto a los dos hijos de una de ellas, de cuatro años y cuatro semanas. Sus dos hermanas estaban embarazadas, según recoge la agencia France Presse. La más joven de las hermanas, Kamlesh, mandó un mensaje a través de WhatsApp que apuntaba a los culpables tras esta decisión: "Nuestra familia política está detrás de nuestras cinco muertes".

Las muertes están siendo investigadas como un suicidio, pero el padre de las jóvenes, Sardar Meena, acusa a sus yernos de maltrato y acoso moral llevado a cabo durante años.

Según el padre, uno de los principales reproches de su familia política era la pobre dote que él había pagado para casar a sus hijas. "Esos que exigen una dote no son buena gente (...) No es humano", lamenta. Cabe recordar que la dote está prohibida en India desde hace más de 60 años por ley, pero por desgracia sigue siendo una costumbre profundamente arraigada.

Durante sus años de matrimonio, el padre entregó televisores, muebles y hasta un frigorífico a las familias de sus yernos. Tras lo ocurrido, la policía ha detenido a los maridos, a la suegra y a la cuñada de las víctimas por acoso relativo a la dote y violencia conyugal.

Los datos de la oficina nacional de archivos criminales recogen que casi 7.000 mujeres fueron asesinadas y 1.700 se suicidaron en 2020 por la dote. "Cada hora, de 30 a 40 mujeres son víctimas de violencia conyugal", afirma a AFP Kavita Srivastava, de la ONG de defensa de derechos humanos PUCL.