Azmeh Dawood, hermana del multimillonario paquistaní fallecido en el Titan, asegura que su sobrino Suleman Dawood, de 19 años, estaba aterrado antes de descender a más de 3 kilómetros de profundidad. "Tenía la sensación de que esto no estaba bien, no se sentía muy cómodo haciéndolo", señala.

También destaca que lo hizo como un regalo por el Día del Padre y que ahora "se han convertido en parte de la leyenda del Titanic". Se apoya en su único consuelo: pensar que todo ocurrió tan rápido que fuera imposible que sufrieran. "Que no tuvieron tiempo de ser conscientes, simplemente se que se sentaron allí divirtiéndose y luego, de repente, ¡boom! Se acabó", lamenta.

Algo a lo que puede responder un amigo del cartógrafo francés con el que viajaban dentro del Titan. "Le he oído decir varias veces que si alguna vez se produjera una implosión catastrófica no te enterarías", indica Matthew Tulloch, colega del recién desaparecido Paul-Henri Nargeolet.

La búsqueda de los restos de la cápsula y sus tripulantes también ha traído polémicas. Mientras el mundo ponía sus ojos en un operativo plurinacional a contrarreloj, el hijastro de Hamish Harding, uno de los desaparecidos, se iba de concierto, un hecho por la que ha recibido numerosas críticas. "El submarino está atrapado donde el Titanic... ¡no hay nada que yo pueda hacer!", ha respondido Brian Szasz.

Otra pérdida es la del CEO y piloto del OceanGate. Stockton Rush era el marido de Wendy Rush, tataranieta de Isidor e Ida Straus, la famosa pareja que renunció a subir a un bote y permaneció junta durante el hundimiento del Titanic para que otros se salvaran.