Matvii, Sviatoslava y Sascha son tres hermanos ucranianos a los que las fuerzas ucranianas separaron de su padre cuando intentaban escapar de la sitiada Mariúpol, ciudad que recientemente ha visitado Putin.

Ahora, Matvii cuenta cómo le obligaron a escoger entre dos opciones: ser adoptado por una familia rusa o ingresar en un orfanato. "Sabía que me estaban forzando a entrar en una familia adoptiva", ha confesado.

El padre de estos niños, Yevhen, finalmente consiguió ser liberado 45 días después, pero cuando intentó dar con sus hijos, ellos ya estaban camino de Moscú. Fue entones cuando comenzó la odisea para encontrarlos.

"Un coche me llevó hasta la frontera. Allí, la inteligencia rusa me interrogó y, finalmente, me dejó pasar", ha indicado Yevhen Mezhevyi. Tras 90 días de angustia, consiguió recuperar a sus hijos. "No puedo explicarlo con palabras", ha confesado.

Sin embargo, este no es un caso aislado. Ellos son solo tres de los más de 16.000 niños que, según el gobierno ucraniano,han sido secuestradosy llevados al otro lado de la frontera. Anastasia, una adolescente ucraniana, fue liberada hace unas semanas.

"Nos prometían dinero, casas y apartamentos, pero realmente querían que adoptáramos su forma de pensar", ha indicado.

Las fuerzas rusas también raptaron a los seis hijos de Olga hasta que consiguieron reencontrarse. "Les dijeron que los habíamos abandonado para ponerlos en nuestra contra", ha explicado ahora esta madre.

Casos como estos son los que han llevado a la Corte Penal Internacional a emitir una orden dedetención contra Putin. Como respuesta, Rusia ha abierto un caso penal contra el principal fiscal de la Corte y el ex primer ministro ruso ha amenazado a La Hayacon un ataque con misiles.