Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, comienza lo que denomina como "fase definitiva" para echar a Nicolás Maduro del poder, y convoca a todo el país a salir a la calle en diversas movilizaciones.

La 'Operación Libertad' tiene como objetivo aumentar la presión contra el presidente para que abandone el poder y poner fin a los fallos en los servicios públicos, que dejaron apagones en todo el territorio venezolano. En esta operación también se convoca a los empleados públicos a acudir el lunes a la sede del Parlamento y pidió formar "comandos de ayuda y libertad".

El presidente interino informó de un "encuentro mundial" de líderes para buscar soluciones ante el conflicto del país, pero no entró en detalles.

Por otro lado, mientras proceden las manifestaciones, los seguidores del chavismo marcharon hasta el palacio presidencial de Miraflores de Caracas donde los recibió Maduro.

Éste defendió la gran cantidad de movilizaciones a su favor, con un total de cinco millones de personas, y volvió a insistir en el uso del diálogo para solucionar el conflicto político. De esta manera, pidió ayuda a México, Bolivia, Uruguay y la Comunidad del Caribe para que "cesen los ataques terroristas" contra el Gobierno.

También se pronunció sobre los apagones en el país; según él, la culpa es del Gobierno de Donald Trump, al que le atribuye "actos de sabotaje" contra Venezuela. Pero ha indicado que el sistema eléctrico también ha sido "atacado" desde Chile y Colombia.