Un fallo estructural es lo que pudo provocar el derrumbe del puente Morandi de Génova. Es la principal hipótesis que se baraja sobre la caída de un tramo de 100 metros de un puente de más de 1.100 metros de longitud.

Los coches se han desplomado de una altura de 45 metros dejando unas imágenes que son desalentadoras. El Gobierno quiere buscar a los culpables, mientras las autoridades italianas investigan ahora las razones del siniestro de un puente que fue inaugurado en 1967.

Un puente antiguo y no bien conservado, según varios ingenieros de la propia ciudad. Uno de ellos es Antonio Brencich, quien explica que el puente de Génova estaba constantemente en mantenimiento y estaba afectado por problemas de corrosión". Además, añade que "seguramente el coste de mantenimiento empezaba a acercarse al de la construcción".

Y no son solo ellos, porque los ciudadanos cuentan que era una situación muy precaria y la propia televisión pública habla de "un desastre anunciado".

Se estaban llevando a cabo labores de mantenimiento y así lo reconoce en un comunicado la empresa encargada: "En cuanto a la estructura, la planta del viaducto estaba bajo labores de fortalecimiento, por lo que se había instalado un puente grúa para permitir el desarrollo de las actividades de mantenimiento". Ahora el objetivo principal es explicar qué ha ocurrido.