Las terribles inundaciones que asolan Alemania y Bélgica han dado lugar a una imagen que está siendo ampliamente criticada en el país teutón. Armin Laschet, líder de la Unión Demócrata Cristiana y potencial sucesor de Ángela Merkel como canciller alemán, visitó Erftstadt junto al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.

Mientras éste último estaba atendiendo a los medios de comunicación, Laschet fue grabado partiéndose de risa junto a otros compañeros. Este momento ha generado una enorme polémica y rechazo hacia la actitud de Laschet. Entre los más críticos ha estado Lars Klingbeil, secretario general del Partido Socialdemócrata de Alemania, que era breve y conciso en su valoración de las imágenes: "Realmente no tengo palabras".

En declaraciones a BILD, Klingbeil califica las imágenes como "indecentes" e "indignantes". "Cualquiera que sonríe en situaciones tan difíciles se descalifica a sí mismo", prosigue.

Ante las críticas recibidas, Laschet se vio obligado a escribir un mensaje en su cuenta de Twitter en el que pedía disculpas por lo ocurrido, calificándolo como "inapropiado". "Lamento la impresión que se generó a través de esta conversación", comparte.