La moción que requería la mayoría absoluta de 151 votos recibió el respaldo de 127 de los 280 diputados presentes (sobre una cámara de 300), mientras que 153 parlamentarios de la coalición gubernamental votaron en contra. Un diputado de los nacionalistas Griegos Independientes (ANEL), socio de la coalición, votó a favor y fue expulsado de inmediato del grupo.
Tsipras (Syriza) acusó a la oposición de que con su rechazo al acuerdo con el Gobierno Skopje "abre una Caja de Pandora" y "legitima" el nacionalismo extremo, todo con el único propósito de ver caer el Gobierno. "Lo último que le preocupa a (Kyriakos) Mitsotakis son los argumentos que menciona en la moción de censura", dijo el primer ministro griego.
Le reprocó al conservador que "tampoco le interesa el fortalecimiento de la posición internacional del país, ni la recuperación de la economía, ni la reestructuración de la deuda. Lo único que busca es la caída del Gobierno antes de dejar el programa de rescate en el que ustedes metieron al país".
La moción fue presentada por la conservadora Nueva Democracia por considerar que el Gobierno no tiene legitimidad para firmar el acuerdo con Skopje sin contar con el plácet del Parlamento ni tan siquiera con el de su socio de coalición.
El líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, criticó a Tsipras por no haber buscado el consenso de las restantes fuerzas políticas y apeló a todos los diputados contrarios al acuerdo a votar a favor de la moción de censura.
"El trato es un camino sin retorno que crea hechos consumados extremadamente difíciles de cambiar... Es hora de que cada uno asuma todas su responsabilidad, incluida ANEL...Un voto a favor del Gobierno de Tsipras es un voto a favor del acuerdo", afirmó.
El líder de ANEL, Panos Kammenos, reiteró su rechazo al acuerdo y aseguró que tratará "por todos los medios" de evitar que sea ratificado por el Parlamento griego. "Pero hoy no votamos el acuerdo", recalcó el líder nacionalista.
El acuerdo en cuestión, que contempla que ARYM pasaría a llamarse República de Macedonia del Norte una vez que supere el complicado proceso de ratificación en ambos países, será firmado este domingo en el lago Prespa, en la frontera entre Grecia, ARYM y Albania.
Para la semana próxima está prevista una primera votación en el parlamento macedonio, con la que se abriría el camino a que Grecia pueda recomendar el ingreso de este país en la OTAN y al comienzo de negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE), vetados desde la década de los noventa por sus diferencias sobre el nombre.
Sin embargo, el ingreso a la Alianza y el comienzo de negociaciones no podrán materializarse hasta que concluya la ratificación, que en el caso de ARYM contempla además un referéndum, y una modificación de la Constitución, que requiere del respaldo de dos tercios de la cámara.
Una vez finalizados estos trámites, que por el momento se antojan difíciles de superar por la fuerza que tiene la oposición conservadora en ese país, Grecia sometería el acuerdo al voto del Parlamento.
En ambos países se están celebrando estos días manifestaciones contra un acuerdo, que los nacionalistas de cada lado consideran una traición a sus respectivas patrias. En la plaza de Syntagma varios centenares de personas participaron esta tarde en la protesta, que había sido apoyada por el partido neonazi Amanecer Dorado y por Nueva Democracia.
Un pequeño grupo de manifestantes se enfrentó esta tarde en las escalinatas del Parlamento con fuerzas de la Policía, a los que lanzaron piedras y otros objetos. Los agentes contestaron con gases lacrimógenos.
El compromiso alcanzado entre Tsipras y Zaev pretende poner punto final a un conflicto que se prolonga ya mas de un cuarto de siglo y que arrancó después de la proclamación de independencia de ARYM de Yugoslavia.
En la Constitución el nombre que figura es República de Macedonia, denominación aceptada por 140 países del mundo pero rechazada por Grecia, entre otros motivos para evitar pretensiones territoriales sobre una región homónima en el norte del país.