El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, ha anunciado inesperadamente la dimisión en bloque de su Gobierno, poco después de que el presidente, Vladimir Putin, pronunciase su discurso sobre el estado de la nación, en el que anunció una serie de cambios políticos y abogó por revisar los actuales protocolos para la designación del Ejecutivo, otorgando mayores poderes a la Duma o cámara de diputados.

En su discurso, el presidente planteó dotar de "mayor responsabilidad" al Parlamento en la formación de Gobierno y que sea la Duma quien deba aprobar la candidatura del primer ministro, cargo que él mismo ocupó entre 2008 y 2012 tras su primera etapa en el Kremlin y no poder optar a la reelección.

Conforme a este nuevo equilibrio de poderes, el presidente "no tendrá el derecho a declinar las candidaturas aprobadas por el Parlamento" y estará "obligado" a acatar estos nombramientos, explicó Putin, partidario de un referéndum para introducir enmiendas constitucionales.

Medvedev ha indicado, en una reunión con Putin retransmitida por la televisión estatal, que estos "cambios fundamentales" modificarían no solo el contenido de la Carta Magna, "sino también el equilibrio de poderes en su conjunto", por lo que considera "obvio" que el Gobierno debe apartarse para dar al presidente la "oportunidad" de tomar "todas las decisiones que sean necesarias" a medio plazo.

Putin, por su parte, le ha agradecido su labor al frente del Ejecutivo y se ha mostrado satisfecho por el "trabajo conjunto" desarrollado durante estos últimos años. "No hemos podido hacer todo, pero nunca se puede hacer todo", ha afirmado el mandatario, que a su vez ha pedido a los miembros del Gobierno saliente que, por el momento, se mantengan en funciones.

Una gestión muy criticada

Medvedev asumió la jefatura del actual Gobierno en mayo de 2018, después de que Putin fuera reelegido como presidente, aunque ya había ejercido dicho puesto entre 2012 y principios de 2018. Su gestión ha sido duramente criticada tanto por la oposición como por los propios ciudadanos, que han pedido ampliamente su dimisión en los últimos años.

El ya exprimer ministro sustituyó a Putin como presidente ruso entre 2008 y 2012, cuando este ya había ejercido dos mandatos presidenciales consecutivos, por lo que no podía presentarse a la reelección. Una maniobra que fue muy criticada en su momento por opositores y gobiernos occidentales.

La carrera de Medvedev se ha desarrollado estrechamente relacionada con Putin, con quien ha trabajado desde 1999, primero como jefe de campaña, jefe de Administración presidencial y después como primer ministro. De hecho, este ya ha anunciado que, tras su dimisión, pasará a ser el 'número dos' del Consejo de Seguridad de Rusia, órgano que asesora al presidente en cuestiones de seguridad nacional.

Putin propone a Mijaíl Mishustin como primer ministro

Tras el anuncio de su dimisión, Putin ha enviado a la cámara de diputados la candidatura de Mijaíl Mishustin como nuevo primer ministro. La Duma la estudiará este jueves. ç

Mishustin, de 53 años y economista de formación, ejercía desde 2010 el cargo de jefe del Servicio Federal de Impuestos, según ha informado el Kremlin en un comunicado. Un desconocido para el gran público, trabaja en la administración pública desde 1998.