En Bajmut, Rusia confió su ofensiva a los mercenarios de Wagner, pero las fuerzas ucranianas aseguran que cada vez tienen un mayor control sobre la ciudad. De hecho, la inteligencia británica apunta a que Rusia está quitando el foco en este frente para desplazarlo hacia otros puntos.

Por este motivo, en la ciudad de Kreminna, ambas tropas mantienen un intenso pulso. "Disparamos 50, 60 y a veces hasta 100 cohetes por día", señala un soldado ucraniano al respecto. Pese a ello, Zelenski confiesa que su ejército es incapaz de lanzar una contraofensiva en el este por la falta de aviones, tanques, artillería y lanzacohetes, aunque matiza que Ucrania nunca se rendirá: "Ucrania no perdonará tal abuso de nuestra gente, no perdonaremos estas muertes ni heridos".

Además, el líder ucraniano defiende que "cada posición enemiga destruida significa un gran número de vidas salvadas", y asegura que, con esta situación, "no se dan en absoluto las condiciones" para reanudar unas hipotéticas conversaciones de paz con Rusia.

Por su parte, evgeny Prigozhin, fundador del grupo de mercenarios Wagner, ha firmado el indulto de 5.000 prisioneros que, hace seis meses, fueron reclutados para ir a la guerra. Mientras, el Ministerio de Defensa ruso recibe fuertes críticas desde el frente, como las que puedes ver en el vídeo principal que acompaña a esta noticia, donde un soldado afirma que fueron "reclutados 161 hombres". Sin embargo, ahora solo quedan varias docenas con vida.

Así, denuncian en masa que han sido llevados a una muerte segura en el asalto a Vodyane, cerca de Mariúpol: "Muchos compañeros heridos durante el combate han sido sacados del hospital sin ningún tipo de asistencia médica, y mandados de vuelta a primera línea", denuncia un soldado ruso.