El último seísmo de 5,2 grados de magnitud tuvo su epicentro muy cerca del terremoto del sábado, concretamente a 16 kilómetros de Port-de-Paix, noroeste del país, a una profundidad de 10 kilómetros, según informó en su página web servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, siglas en inglés).

La mayoría de las víctimas del seísmo se registraron en Port-de-Paix, en el departamento Noroeste, donde ocho personas murieron, mientras que en Gros Morne, en el departamento de Artibonite, se registraron tres muertos y otro en Saint-Louis du Nord, según datos del ministerio del Interior.

El terremoto, que no ocasionó alerta de tsunami, también ha dejado 23 casas destruidas y otras 18 con daños en Port-de-Paix y Gros Morne, que son las zonas más afectadas, según cifras preliminares. La mayoría de los heridos se atribuyeron al pánico y los accidentes resultantes, según dijo una portavoz de la ONG Catholic Relief Services, que señaló los principales hospitales en las áreas afectadas han informado de que no tienen capacidad para responder a las necesidades.

El presidente de Haití, Jovenel Moise, viajó hacia las zonas más afectadas por el terremoto para evaluar los daños y coordinar las labores de ayuda a las víctimas. El epicentro del seísmo del sábado se registró en la costa noroeste a 20 kilómetros al norte de Port-de-Paix y a 175 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, a una profundidad de 15,3 kilómetros, según informó en su página web el USGS.

En su cuenta de Twitter, Moise informó de su visita a las oficinas de la comisaría de Port-de Paix que han resultado dañadas y dijo que hay otros edificios en esta ciudad que han quedado destruidos. Poco después del terremoto, el primer ministro haitiano, Jean Henry Ceant, anunció la puesta en marcha de un comité de crisis, que incluye a varios ministerios, para coordinar las labores de emergencia.

Los primeros equipos médicos comenzaron a llegar a la zona más afectada y el Ministerio de Defensa anunció que 100 militares de las nuevas fuerzas armadas, que han recibido formación en Ecuador, se dirigen al área más castigada. En declaraciones desde Port-de-Paix, la capital del departamento Noroeste, el más pobre del país, el periodista Kerby Joseph dijo que los habitantes de esa ciudad todavía están en pánico tras el terremoto de anoche que les hizo recordar el de 2010, que destruyó la capital haitiana.

Añadió que de los dos hospitales sólo hay uno funcionando y que aunque ha comenzado a llegar ayuda será necesario que el Gobierno actúe pronto para atender a las víctimas, que tardarán en poder volver a sus casas. El hospital Imacule Concepcione de Port-de-Paix no está funcionando, y la mayoría de los heridos tuvieron que ser trasladados al hospital La Pointe, en una localidad cercana.

En Gros Morne, un auditorio se derrumbó y una escuela está entre los edificios afectados, y en Plaisance, en el departamento del Norte, también ha resultado dañada la iglesia de Saint-Michel. Según un comunicado de Protección Civil, se han registrado también heridos en Chansolme y en la isla Tortuga, donde hay casas destruidas o dañadas.

Protección Civil con el apoyo de la Cruz Roja Haitiana, Catholic Relief Services y otras ONG están proporcionando primeros auxilios y realizando una evaluación rápida en las áreas afectadas. Según el equipo de respuesta de emergencia de Catholic Relief Services, la gente de las zona afectadas necesita kits de higiene y albergues temporales, cocinas, cobijas y comida.

Este terremoto es uno de los más fuertes que ha afectado a Haití tras el del 12 de enero de 2010 de siete grados de magnitud, seguido de tres réplicas superiores de cinco grados, que causó más de 300.000 muertes, similar número de heridos, unos 1,5 millones de damnificados y la casi total destrucción de su capital, Puerto Príncipe.