El fuego ha recorrido de punta a punta la isla italiana de Sicilia, llegando incluso a las zonas turísticas de Catania y Taormina, pero la peor parte se la ha llevado Palermo, donde cinco personas han muerto devoradas por las llamas. En las afueras de la ciudad, los equipos de emergencia han localizado los cinco cadáveres carbonizados.

Allí, unas 2.000 personas han tenido que ser desalojadas durante la noche del martes al miércoles, mientras oras resistían en sus casas sin perder la vista un monte que ardía a toda velocidad, a escasos metros de sus hogares, tal y como se puede ver en el vídeo.

El fuego incluso ha quemado parte de uno de los hospitales principales de Palermo, obligando a desalojar uno de sus pabellones, y ha afectado a la iglesia de Santa María de Jesús, que ha quedado con el techo parcialmente derrumbado y cuyos fieles pedían ayuda entre lágrimas para apagar las llamas y evitar una catástrofe.

También se han vivido instantes de pánico en una carretera de Siracusa por la que circulaban, flanqueadas por el humo y el fuego, una mujer y su hija, hasta ver cómo una llamarada las envolvía. Instantes de tensión -recogidos en el vídeo sobre estas líneas- a los que se han tenido que enfrentar muchos sicilianos, porque las llamas se extendieron rápidamente por varias autopistas.

Aunque todavía quedan focos críticos, este miércoles la situación en Sicilia ha mejorado, mientras Italia, que ha pedido que se decrete el estado de emergencia en las regiones afectadas, sigue muy pendiente de los incendios activos también en Puglia y Calabria..