En plena playa abarrotada de turistas, aparece un avión cisterna recogiendo agua del mar en el Algarve portugués.

En el séptimo día de incendios descontrolados, el fuego sigue activo en un perímetro de más de 100 kilómetros. A la región de Monchique se suman las localidades de Silves y Portimao. En total, más de 21.000 hectáreas quemadas.

Más de 300 personas han tenido que ser evacuadas. Los vecinos de la localidad de Silves han tenido que huir ante el rápido avance de las llamas.

Más de 1.400 bomberos luchan contra el incendio, que se ha recrudecido. El principal adversario sigue siendo el viento, con rachas de hasta 50 kilómetros por hora.

Ni los turistas que veranean en las famosas playas del Algarve han podido ignorar el virulento incendio, que está dejando imágenes como la del Sol escondido tras el cielo rojo y la densa humareda que mantiene en vilo a Portugal.