Jean-Michel Blanquer, ministro francés de Educación, ha anunciado que se investigará la detención masiva de jóvenes supuestamente implicados en las protestas organizadas en el instituto Jules Saint Exupéry ,en Mantes la Jolie.

Además, consideró "chocantes" las imágenes de decenas de ellos obligados por la policía a arrodillarse.

"La imagen es forzosamente chocante", ha admitido Blanquer en una entrevista concedida a la emisora France Inter en relación con un polémico vídeo grabado este jueves junto al centro educativo de la periferia de París.

En él aparecen 146 jóvenes de rodillas con las manos en la cabeza, vigilados por las fuerzas de seguridad que los habían detenido poco antes por haber participado supuestamente en varios altercados frente a las puertas del centro educativo.

Blanquer ha pedido precaución a la hora de interpretar esas imágenes, ya que "estamos en un clima de violencia excepcional". Ha contado que todo empezó con unos jóvenes ajenos al liceo, "profesionales de la violencia", que lograron arrestrar a algunos alumnos y quemaron papeleras, robaron bombonas de gas y atacaron a la policía que "trató de neutralizarlos".

La mayor parte de los arrestados, en total 700, han sido puestos en libertad rápidamente, mientras que algunos serán presentados ante el juez y se llevará a cabo una investigación administrativa.

Según el ministro, en toda Francia este jueves hubo un total de 300 centros educativos alterados por las protestas de los alumnos, de los cuales 80 fueron bloqueados.

Este movimiento de los estudiantes ha surgido debido a las protestas de los denominados 'chalecos amarillos' que vive Francia desde hace semanas, ante la intención del Gobierno de subir el precio de los carburantes.

El presidente francés, Emmanuel Macron, que no se ha pronunciado públicamente desde su llegada de la cumbre del G20 de Buenos Aires el pasado domingo pese a la gravedad de la crisis, lo hará "a comienzos de la semana próxima", ha avanzado el presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand.

La razón por la que no ha hablado antes de la convocatoria de los ‘chalecos amarillos’ para una nueva manifestación el sábado en París es porque no quiere "atizar el fuego", según Ferrand.

Ante los temores de que como la semana pasada se repitan el sábado las escenas de guerrilla urbana, el primer ministro, Édouard Philippe, anunció anoche que se está preparando "una movilización excepcional" con 89.000 agentes de las fuerzas del orden en todo el país, de los cuales 8.000 en París.

Son cifras superiores a los 65.000 policías y gendarmes desplegados la pasada semana.