Al menos 37 personas han sido detenidas en la decimonovena jornada de protestas de los 'chalecos amarillos', movilizados un sábado más en París pese a la prohibición de las autoridades para manifestarse en el centro de París, Niza o Burdeos tras los graves disturbios de la semana pasada en la capital.

La Prefectura de la Policía parisina ha informado de esta cifra de arrestos y de que se han realizado 2.322 controles preventivos en el centro de la capital.

La reacción de la Policía ha sido criticada por su desproporción y en especial se ha denunciado el uso de pelotas de goma que han causado daños personales en varias ocasiones desde que comenzaron las movilizaciones.

La ministra de Justicia, Nicole Belloubet, ha advertido de que "no habrá piedad con los matones". "Cuando los matones te atacan, atacas. Francia está contigo", ha afirmado durante un acto con agentes antidisturbios.

"Lo que quieren estas personas no es el diálogo. Su único reclamo es la violencia", ha remachado. Las autoridades han ordenado además el ya habitual cierre de estaciones de metro durante la jornada del sábado, diez en esta ocasión, que permanecerán clausuradas durante ocho horas.

Una de las novedades ha sido el despliegue por primera vez de militares de la Fuerza Antiterrorista Sentinel para proteger los edificios oficiales y los sitios sensibles.

En Niza, los manifestantes se han concentrado en la plaza de Garibaldi y han sido rápidamente cercados por la Policía y poco después los agentes han cargado para disolver la protesta.

Al menos seis personas han sido detenidas en la ciudad y hay noticias de una mujer de 75 años herida grave por un golpe en la cabeza recibido durante la carga policial, según informa la televisión BFMTV.