"Todos tenemos debilidades. El codicioso, el enfadado, el homosexual". Esta es una de las declaraciones de Matthieu Raffray, un cura francés que con más de 60.000 seguidores en redes sociales predica que hay que combatir la homosexualidad, puesto que según él es "cosa del diablo". Este sacerdote defiende que se trata de un "pecado" y sostiene que la solución es la "terapia de conversión sexual". Unas polémicas declaraciones contra las que el Gobierno francés ha decidido actuar a través de acciones legales.

"Podemos luchar contra ella, pero el demonio va interiormente creando ilusiones para abandonar el combate y dudar de Dios", señala este sacerdote. Ante estas predicaciones sobre que los homosexuales llevan dentro al demonio, el mismo cura presenta su solución para acabar con ello: "el exorcismo". "No quedará nada de la homosexualidad en su cuerpo", destaca.

En nombre de Dios, sacerdotes como él se lucran tratando de cambiar la tendencia sexual de las personas. Por ejemplo, en algunos casos cobran 75 euros para conseguirlo, y es que parece que los milagros no son gratis. Con ellos entrarás, aseguran, en un nueva elección de vida a la luz del Evangelio.

Sin embargo, poca luz aportaron a la vida de Benoit Berthe, quien hace 15 años declaró su homosexualidad. Sus padres le enviaron a un castillo para que se quedase en una lúgubre habitación situada en la torre. El cura encargado de lo que llaman "terapia" le preguntaba todo tipo de detalles, mientras le amenazaba diciéndole que "sería desafortunado y estaría en pecado".

Benoit, por suerte, vive ahora su amor por otros hombres en libertad. Sin embargo, otros acaban desesperados, deprimidos e incluso intentan suicidarse. Ante este escenario, la ministra de Igualdad francesa ya ha denunciado al cura por promocionar estos negocios homófobos, prohibidos en Francia desde 2022.