Pulso al Vaticano
Francia y China aprovechan la ausencia de papa presionando al Vaticano para favorecer sus intereses
Los detalles El país galo trata de conseguir que el próximo pontífice sea francés mientras que el Gobierno chino ha roto un acuerdo con la Santa Sede mientras el puesto de papa sigue vacante.

Resumen IA supervisado
Tras la muerte de Francisco, la Santa Sede permanece vacante hasta el nombramiento del nuevo papa. Durante este periodo, algunos países están aprovechando la situación para favorecer sus intereses. Francia busca impulsar a su cardenal favorito, Jean-Marc Aveline, como candidato a pontífice. El presidente Emmanuel Macron se reunió con cardenales franceses en Roma, lo que ha generado tensiones, ya que Francia cuenta con cinco cardenales electores y podría formarse una alianza. Por otro lado, China ha aprovechado la ausencia de un papa para nombrar a dos nuevos obispos, desafiando el acuerdo de 2018 con el Vaticano que requería su aprobación para tales nombramientos.
* Resumen supervisado por periodistas.
Desde la muerte de Francisco y hasta el nombramiento del nuevo papa, que como mínimo no llegará hasta a este miércoles, la Santa Sede tiene una vacante. Las funciones del papa fallecido nunca son asumidas por nadie, por lo que algunos países están aprovechando la situación para favorecer sus intereses.
Uno de esos países es Francia, que está tratando de postular a su cardenal favorito (por supuesto, francés) para que sea nombrado pontífice. El ministro de Exteriores del país, Jean-Noël Barrot, aseguró en una entrevista que el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Jean-Marc Aveline, era un candidato "perfecto" por ser el encargado del diálogo con otras religiones, y días después el propio presidente Emmanuel Macron aprovechó su visita a Roma por el funeral de Francisco para reunirse con los cardenales franceses.
Una reunión que no ha sentado bien en otros países, ya que Francia cuenta hasta con cinco cardenales electores, lo que podría suponer una pequeña alianza que supondría una ventaja para que Aveline fuera nombrado pontífice.
Por su parte, también China ha aprovechado la coyuntura de que no haya papa. En su caso, para nombrar a dos nuevos obispos saltándose el acuerdo vigente que tienen firmado con la Santa Sede.
En 2018, el Vaticano y el gobierno chino cerraron un acuerdo por el que se establecía que el nombramiento de cualquier cargo eclesiástico debería contar también con el visto bueno del Vaticano. Aprovechando que ahora no hay nadie al frente de la Santa Sede, Pekín ha nombrado a un obispo auxiliar en Shanghai y a un nuevo obispo en Xinxiang.