Fuertes medidas de seguridad se organizan en los alrededores del estadio, en el que este jueves juega su pase a la final de la Copa Confederaciones España contra Italia, con el fin de evitar lo ocurrido en Belo Horizonte, donde un grupo de indignados rompió el cordón policial que protegía el estadio, desatando el caos y dejando una víctima mortal.