Una fuga en un depósito de aguas residuales en una planta de fosfato extinta al sur de la ciudad de Tampa Bay (Florida) ha forzado la evacuación de cientos de hogares, y amenaza con inundar el área y la Bahía de la localidad con agua contaminada.

La fuga se produjo hace una semana, pero la situación ha empeorado con el paso de los días: el muro de contención del depósito de aguas residuales de Piney Point de 480 millones de galones ha llevado al gobernador de Florida, Ron DeSantis, a declarar el estado de emergencia por el el posible colapso de pilas de desechos de yeso fosforado, principalmente de la fabricación de fertilizantes, en la planta.

En medio de la mayor amenaza, el Departamento de Seguridad Pública del condado de Manatee amplió su orden de evacuación a cientos de hogares en los alrededores. Asimismo, el secretario de la Agencia del Departamento de Protección Ambiental de Florida, Noah Valenstein, aeguró al diario local Tampa Bay Times que la principal amenaza del posible desastre ambiental es la salud humana.

Las autoridades han estado tratando de drenar el agua contaminada restante de la propiedad, que es propiedad de una empresa llamada HRK Holdings, para aliviar la presión sobre los muros de contención con fugas y evitar una brecha e inundación.

Con dos tuberías, se extraen 22,000 galones por minuto "hacia una zanja de drenaje sustancial que tiene conductos debajo de dos vías de ferrocarril y luego se vacía en una tubería hacia el malecón", ha indicado Scott Hopes, administrador del condado de Manatee.

A ese ritmo, apunta, se necesitarán de 10 a 12 días para drenar el agua de manera controlada "para que al menos este material permanezca en los terrenos de Piney Point".