La Fiscalía francesa ha pedido imputar a los agentes que protagonizaron una violenta detención contra un productor musical negro, que ha desatado una crisis social y política en el país, y ha solicitado el arresto provisional para los agentes.

En este sentido, el fiscal de París, Rémy Heitz, ha reclamado que se impute a los tres policías por violencia voluntaria, en grupo y con armas, declaraciones de carácter racista, falso testimonio, violación de un domicilio y degradación voluntaria de bienes privados. La decisión recae ahora en un juez de instrucción y en otro de las libertades y la detención.

Los hechos tuvieron lugar el 21 de noviembre cuando Michel Zecler, productor de Black Gold Studios, se cruzó con un coche policial de camino a su estudio parisino y entró rápido en él para evitar ser multado porque no llevaba mascarilla. Las imágenes de las cámaras de videovigilancia de su local y otras tomadas por vecinos muestran cómo tres agentes entran por la fuerza en su estudio para multarlo e intentan hacerle salir a golpes.

El productor acabó detenido durante 48 horas acusado de rebelión y de haber querido utilizar las armas de los agentes, pero esos vídeos consiguieron que se archivara su denuncia y han exacerbado la rabia ciudadana. Especialmente, en un momento en que una nueva proposición de ley, aprobada esta semana en primera lectura por la Asamblea Nacional, quiere limitar la difusión de imágenes de intervenciones de los agentes.

La protesta de este sábado contra esa normativa reunió a 133.000 personas en toda Francia y a 46.000 solo en París, según el Ministerio del Interior, aunque sus organizadores, el comité Stop a la Ley de Seguridad Global, elevan esas cifras respectivamente a 500.000 y 200.000.

La manifestación en la capital fue pacífica hasta que al llegar a su destino, la plaza de Bastilla, se produjeron altercados, con destrozo de material urbano por parte de algunos encapuchados y lanzamiento de gases lacrimógenos y cañones de agua por parte de las fuerzas del orden para contenerlos.

El Ministerio del Interior ha indicado este domingo que 23 policías y gendarmes resultaron heridos en París y 39 en otros puntos del país, además de que hubo 81 arrestos. Los imágenes de esos disturbios muestran a un grupo de agentes acorralado, pero también a un fotógrafo colaborador de la revista Polka Magazine y de la agencia AFP, Ameer al Halbi, que según Reporteros Sin Fronteras (RSF) resultó herido por un golpe de porra.

AFP ha reclamado una investigación policial este domingo, el mismo día en que el director general de la Policía Nacional, Frédéric Veaux, subrayó en el semanario Le Journal du Dimanche que aunque los agentes deben tener un comportamiento "irreprochable", la violencia contra ellos es "inaceptable".

Partidos de izquierda reclaman ya la retirada de la futura ley, en la mayoría gubernamental han surgido voces en contra, y el presidente, Emmanuel Macron, en el centro de la actual crisis política, ha pedido al Ejecutivo "propuestas para reafirmar el vínculo de confianza que debe existir entre los franceses y quienes los protegen".