Un brasileño de 35 años con antecedentes penales y que lleva tatuajes con referencias nazis es el presunto autor del intento de magnicidio contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, han informado medios locales.

El hombre, que fue detenido tras el ataque, ha sido identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, quien reside en Argentina desde 1993 y actualmente vive en el barrio de La Paternal, en Buenos Aires, según han informado fuentes gubernamentales al diario La Nación. Según el rotativo Clarín, en marzo de 2021 el detenido fue encausado por portar un arma no convencional en La Paternal. Se trataba de un cuchillo de grandes dimensiones, hasta 35 centímetros de hoja, que alegó llevaba para su defensa personal.

Registros comerciales citados por el rotativo señalan que Sabag Montiel está inscrito como dedicado al "servicio de transporte automotor urbano y suburbano no regular de pasajeros de oferta libre", categoría que corresponde a servicios pedidos por aplicaciones móviles. Al parecer, tiene registrado un automóvil Chevrolet Prisma a su nombre y, según La Nación, en sus redes sociales se puede ver que sigue perfiles ligados a grupos radicalizados y de odio, así como a páginas de “órdenes masónicas”, de “comunismo satánico" o de ciencias ocultas. Sin embargo, sus perfiles en redes sociales fueron dados de baja durante la madrugada, agrega el rotativo.

El diario Clarín asegura que el detenido lleva varios tatuajes, algunos alusivos a las mitologías vikingas y germánicas, incluido uno en el codo que representa un "Schwarze Sonne", un sol negro, símbolo ligado a la filosofía ocultista del nazismo y utilizado por las SS de Adolf Hitler.

En redes sociales ha circulado un vídeo del hombre junto a su pareja de hace apenas unas semanas, en los que comentaba en la televisión argentina la política social del Gobierno de Alberto Fernández. En su opinión, los planes sociales de protección fomentan la "vagancia" y salen adelante quienes trabajan.

Sabag Montiel fue detenido en la noche de este jueves después de empuñar un arma de fuego y apuntar al rostro de la exmandataria, quien, en un gesto reflejo, se agachó en medio de los escoltas que la protegían cuando llegaba a su domicilio en el barrio capitalino de Recoleta.

Nada más conocerse la noticia, el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció una comparecencia en cadena nacional, en la que decretó feriado (festivo) este viernes y dijo que "este atentado merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos, porque estos hechos afectan nuestra democracia". Fernández dijo que la vicepresidenta "permanece con vida porque, por una razón todavía no confirmada técnicamente el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada".

El atentado frustrado se produjo en medio de la vigilia permanente de seguidores kirchneristas que, desde el 22 de agosto, cuando un fiscal pidió para ella 12 años de prisión por una acusación de corrupción, se instaló junto al domicilio de la exmandataria.