Totalmente fuera de sí, o tirados por el paseo de la fama de Hollywood. Estados Unidos es cada vez más testigo de los llamados 'zombies del fentanilo'. Personas que deambulan por las calles del país, incapaces de mantenerse en pie a causa de la potente droga que está arrasando la vida de miles de personas. Ya se han llegado a ver barrios enteros, como los registrados en vídeo en Filadelfia, donde es difícil determinar el estado de consciencia de los viandantes.
Son víctimas de la expansión de una sustancia 50 veces más fuerte que la heroína. "El fentanilo está matando más de 70.000 estadounidenses al año", ha advertido ya el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El consumo de esta droga sintética se ha convertido en un problema de salud pública que afecta especialmente a los ciudadanos del país norteamericano, y también a México.
El gobierno ya ha llamado a actuar rápidamente ante esta situación. "Si no actuamos juntos con una urgencia feroz, más comunidades de todo el mundo soportarán los costes catastróficos que ya están afectando a tantas ciudades estadounidenses, a tantos pueblos estadounidenses". Con estas duras palabras ha advertido Antony Blinken, Secretario de Estado de EEUU, de esta peligrosa situación que amenaza con extenderse.
En 2018, 600 personas en España murieron por consumo de fentanilo. Esta droga se popularizó la década pasada, una solución barata para el dolor ante una sanidad privativa para muchos americanos. Pero una vez probada, es difícil escapar a su poder. Como este concejal de Rode Island dormido al volante. Incluso los policías resultan intoxicados en los controles de tráfico al exponerse a la droga. Un grave peligro que está transformando las calles del país.