Con gritos de alegría y lágrimas de alegría celebraban los partidarios del 'no' su victoria mientras que los partidarios del 'sí' lloraban amargamente. El presidente fue "el primero", según sus palabras, en reconocer el resultado y no lo da todo por perdido: "El cese al fuego bilateral sigue vigente y seguirá vigente".

Ha anunciado la convocatoria de todas las fuerzas políticas para ver qué pasos dar ahora. Nadie había pronosticado que ganaría el 'no', pero lo ha hecho, por un estrecho margen, apenas el 0,43% separa a ambas opciones. El país está claramente partido en dos.

En el centro votaron mayoritariamente que 'no'. Las zonas más castigadas por las FARC, en general, votaron por el 'sí' al acuerdo de paz. El mal tiempo y el huracán Matthew pudieron influir en la baja participación, especialmente en zonas favorables al acuerdo.

La cara más visible contra el documento, el expresidente Uribe, quiere un pacto nacional al que poder sumarse. Él fue el ganador de la consulta: "La democracia ha sido superior a toda la presión oficial para imponer el sí".

Un resultado inesperado que ya ha traído la dimisión del jefe negociador del Gobierno colombiano en el proceso de paz con las FARC. Y precisamente el líder de la narcoguerrilla, que está analizando los resultados, se muestra abierto a modificar el acuerdo: "Hay diversas lecturas y hay que analizarlas para ver qué hay que rectificar". Un futuro que de golpe se muestra lleno de sombras.