Las barbaridades que se escuchan en la televisión rusa no tienen límites. Allí han llegado a hablar de quemar niños ucranianos, de una Tercera Guerra Mundial, de un apocalipsis nucleary hasta de destruir Berlín, París o Londresen menos de cuatro minutos. Tema aparte el de la censura que hay sobre la Guerra en Ucrania. Por esto mismo han llamado la atención las últimas declaraciones del director de cine ruso, Karen Shakhnazarov, en el canal 1 de la televisión rusa. En ellas, el conocido tertuliano destacó el potencial de Ucrania, de su presidente, Zelenski yreconocía la posibilidad de perder el conflicto. "Realmente es una situación que puede tener las consecuencias más graves para nosotros en caso de que perdamos. Y tenemos que admitir que podríamos perder", expresaba en directo.

Seguidamente, no dudó en expresar su desacuerdo con los ciudadanos rusos que se limitan a asegurar que su país ganará la guerra. "Si crees que las cosas sucederán por sí solas, eso es debilidad, no es fuerza. Tienes que ser capaz de ver la verdad en los ojos y de ver las debilidades y puntos fuertes y ver la situación", insistía ante la mirada atenta de sus compañeros de debate. Shakhnazarov también criticó la falta de organización de Rusia. "Nuestra sociedad no está organizada para este tipo de guerra porque este tipo de guerra es una batalla con todo Occidente. ¿Quién gana? Una fuerza bien organizada y una magnifica disciplina. Eso decide todo. Esto no existe en nuestra sociedad ahora".

Al mismo tiempo, instó a su país a dejar de subestimar a su contrincante. "Subestimamos la unidad de Occidente. Hemos dicho constantemente que Occidente estaba a punto de desmoronarse, pero no va a pasar. Cuando Occidente sienta que puede ganar, intentará ganar. Hay que tratar a Ucrania y a Zelenski con seriedad. Es peligrosos, no es estúpido y es energético".

Una vez más, el director de cine ruso volvió a insistir en la necesidad de organizar bien a Rusia. "Tenemos que hacernos a la idea de que esta es una situación peligrosa. No podemos engañarnos a nosotros mismos en el sentido de que nuestra sociedad es actualmente estable. Lo es, pero también lo era tres meses antes del final de la URSS y de repente resultó que todo era inestable".