El testamento establece que la mitad de la herencia, la parte que no irá a sus tres hijos y su hijastra, será canalizada a través de la fundación de la familia, creada en 2011 y que busca estimular la investigación y la educación, sobre todo, en su región natal de Småland.
Con los nuevos fondos, la actividad de la fundación se ampliará a la región norteña de Norrland, lo que entronca con la afección de Kamprad por revitalizar las zonas más rurales de Suecia y evitar que se vayan despoblando, según la Fundación Ikea.
Lo que no se ha aclarado es a cuánto ascienden los activos de Kamprad, considerado como una de las 500 personas más ricas del mundo según la revista Forbes, pero que siempre aseguraba que su patrimonio personal era en realidad más modesto.