Un grupo de manifestantes pidió en el Parlamento de Tennessee el control de las armas tras el último tiroteo en una escuela que terminó con la vida de tres niños y tres adultos.
Dentro de la cámara, tres representantes demócratas se unieron a sus reivindicaciones y eso fue suficiente para que la mayoría republicana planteara su expulsión por, sostiene, violar el decoro.
Un debate intenso que se saldó con la expulsión de dos de los representantes pese a la presión en contra del público. Solo la única blanca de los tres pudo mantener su puesto. Sus dos colegas, jóvenes y negros, tuvieron que abandonar sus cargos.
Esta es la tercera vez desde la guerra civil que los representantes de Tennessee expulsan a uno de sus colegas. No obstante, las ocasiones anteriores fueron por casos de soborno o conducta sexual inapropiada, no por pedir el control de las armas solo unos días después de la última matanza en una escuela de Nashville.