El régimen sirio sigue sin cumplir los plazos de su desarme químico, ante la pasividad de la ONU y la comunidad internacional. Sólo ha salido del país el 4% de las armas, y ya no hay rastro de las sanciones que anunciaron EEUU y Rusia, que parecen haber olvidado sus amenazas. Damasco asegura que la culpa es de los terroristas rebeldes, pero sigue asesinando a su pueblo con barriles bomba.