Un experimento realizado por la televisión japonesa NHK deja constancia de la capacidad que tiene el coronavirus de expandirse y contagiarse en una situación cotidiana.

En dicha prueba, uno de los integrantes lleva en la mano pintura fluorescente. A medida que va avanzando por un buffet de comida como el que se puede encontrar en un crucero, la mancha se va haciendo más grande, 'contagiando' al resto de personas.

En total, diez personas formaron parte de esta prueba, que duró 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, se encendió una luz especial que dejaba ver la propagación de la pintura.

Todos los participantes tenían manchas de esa pintura especial; incluso tres de ellos tenían pintura en la cara.

El estudio destaca la importancia de ese consejo que han repetido insistentemente las autoridades sanitarias de todo el mundo, el de efectuar un correcto lavado de manos.