"Apreté el gatillo", declaró Chikwanine en una conferencia sobre migración y conflicto celebrada en Coventry, Reino Unido. "Me quité la venda. Había sangre en mis manos. Tenía sangre en mi camiseta y delante de mí estaba mi mejor amigo, Kevin". "Tenía cinco años y fui obligado a matar a mi mejor amigo como rito de iniciación", expuso Chikwanine, que ahora tiene 28 años y que consiguió escapar cuando tenía 11.

La región oriental de la tierra natal de Chikwanine ha sido invadida por docenas de grupos armados que se han aprovechado de sus habitantes y han explotado las reservas minerales. Millones de personas murieron entre 1996 y 2003 debido al hambre y las enfermedades causadas por el conflicto. Una realidad que Jordi Évola ya ha reflejado en su programa 'Salvados'.

"Hablamos de los derechos de los niños y les damos palabras vacías, pero realmente no estamos alcanzando estos objetivos", ha expresado en la conferencia Rising Global Peace Forum, donde activistas y abogados, entre otros, se reunieron para discutir temas relacionados con Derechos Humanos, ya que actualmente hay alrededor de 250.000 niños soldado en el mundo, de los cuales el 40% son niñas, según la ONG británica War Child.

Muchas de las niñas en el este de República Democrática del Congo se unen a las milicias para conseguir comida y dinero, protección frente a la violencia o porque sus familias no pueden permitirse pagar sus estudios, según la ONG Child Soldiers International, con sede en Reino Unido.

"Si estás dispuesto a reclutar a niños para tu lucha, no hay límite para que les hagas hacer lo que quieras y no hay límite que te frene en relación al abuso de los Derechos Humanos", ha manifestado. "Un reclutamiento notable de niños soldado en una zona de conflicto rápidamente puede degenerar en atrocidades masivas o genocidio", ha apostillado.