Han conducido cuatro días sin descanso desde Lugo. Seis refugiadas se montaban al fin en el coche de los gallegos Héctor y Paulo en un punto fronterizo de Polonia. Ayer Héctor contaba a laSexta cómo había decidido poner rumbo hacia la frontera para ayudar en esta terrible guerra iniciada por el régimen de Putin.
Desde Madrid, una chica le pidió que buscara a cuatro mujeres y dos niños de su familia que estaban cruzando la frontera. Los va a llevar a Madrid para que puedan reunirse. Nada más montar en el coche contactan por videollamada con Lilia, que está en Madrid, emocionada.
El mensaje que llega es de esperanza, emoción y gratitud. El propio Héctor y su amigo Paulo animan a otros españoles para que hagan lo mismo. "Yo creo que merece la pena, ¿no? Si hacemos esto todos los que tengamos tres o cuatro días libres y nos pasamos el fin de semana... Estamos en Europa, hay cobertura y se puede pagar en euros. Yo creo que es una manera bonita de pasar el finde", nos cuentan.
Lilia explica que su familia ha tenido que recorrer más de 300 kilómetros. Partieron de la ciudad ucraniana de Jmenlistsky hacia la frontera con Polonia. Pero antes de cruzar, el hombre que las llevaba en coche volvió a combatir, así que esta familia de refugiadas cruzó a pie y llegó a la localidad polaca de Lubyzca, donde las ha recogido Héctor.
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Pero el viaje de estos dos amigos al rescate no acaba aquí. Con dos plazas aún libres, ahora van a volver a otra ciudad fronteriza para cubrirlas. Así acabaría la aventura de Héctor y su amigo, que ayer llegaron a la frontera para ofrecer ocho asientos y esperanzas a refugiados ucranianos.