Después de más de ocho horas de espera en el aeropuerto de Viena, el presidente de Bolivia, Evo Morales, se preguntó, visiblemente cansado pero de buen humor, si lo han secuestrado o retenido al forzar el aterrizaje de su avión oficial, en el que se sospechaba que podía viajar el ex analista de la CIA Edward Snowden.

Morales insistió en que no tiene "nada que ver" con este asunto y afirmó que hasta hoy mismo ni siquiera sabía bien quién es el extécnico de la CIA. "Ni sabía cómo se llama con nombre completo, cómo se llama esa persona, no sabía; había oído que había un problema con Estados Unidos", manifestó Morales en una sala VIP del aeropuerto de Viena.

El mandatario explicó que ha recibido llamadas de varios presidentes sudamericanos como de la argentina Cristina Fernández de Kirchner, el ecuatoriano Rafael Correa y el venezolano Nicolás Maduro.

"Me ha llamado dos veces Cristina, con unas propuestas legales, basadas en los tratados internacionales, especialmente de La Haya", dijo Morales. "Correa está consultando retirar los embajadores que tenemos los países del Alba (en los países que negaron el sobrevuelo de su avión)", agregó.

Preguntado sobre qué pasará en las próximas horas, el presidente boliviano dijo: "Estamos esperando el permiso. Seguramente España está consultando con su amigo. Su amigo debe ser Estados Unidos". Por otra parte, no consideró que Europa en su conjunto esté dejando a Bolivia sola ante esta situación. "Nunca en mi vida había oído que le nieguen el permiso al presidente en un avión oficial", concluyó Morales.

Morales regresaba a Bolivia procedente de una cumbre en Moscú cuando su avión recibió el aviso de que se le denegaba el paso por el espacio aéreo de Francia y una escala técnica para repostar en Portugal, por lo que hubo de desviarse y aterrizar de emergencia en Viena.Poco después, Italia también se sumó a la prohibición.