Lo primero que llama la atención es el silencio. O, más bien, la ausencia de ruido humano. Se escucha el viento meciendo las hojas, el canto de los pájaros y el discurrir de los ríos. Y, de fondo, el amable pisar de unas ruedas sobre la grava de los caminos.

Los vehículos se han convertido en parte del paisaje del Parque Natural de Arribes del Duero. Pero no unos cualquiera: son coches y bicicletas eléctricas que aportan una nueva experiencia para las visitas a este enclave natural en la frontera entre España y Portugal.

"Este proyecto está poniendo a Arribes del Duero como un espacio de excelencia turística sostenible", sonríe Julia Sendín, una de las monitoras del parque.

En concreto se refiere a Moveletur, una red puesta en marcha con fondos europeos que conecta con rutas eléctricas siete espacios naturales protegidos entre España y Portugal. En total, con 80 bicicletas y cuatro coches, unos 5.000 usuarios ya han disfrutado de esta nueva forma de hacer turismo respetando el medio ambiente, y que puedesreservar en este enlace.

Primer destino eléctrico en Europa

Para Jesús Díez, director de programas de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, este proyecto es pionero ya que ha creado "el primer destino de movilidad eléctrica en parques naturales del continente europeo".

Con once puntos de recarga situados en los siete espacios protegidos, aproximadamente a entre 100 y 150 kilómetros de distancia, los ciudadanos pueden optar por un coche o una bicicleta eléctricos para contemplar los paisajes privilegiados de esta zona fronteriza. Además, con el valor añadido de que no generan un extra de dióxido de carbono y de que son silenciosos, lo que permite la observación de la fauna en su hábitat natural.

Las rutas, además, son para toda la familia y para todas las edades: desde los más deportistas a los menos duchos sobre las dos ruedas, lo que permite una experiencia única ya se opte por la bici o por el coche.

"Primero hemos de adaptar a la persona que viene a hacer las rutas. Son vehículos eléctricos, no motos", señala Sendín. "Cambia mucho que sea una bicicleta normal a que sea eléctrica", subraya.

"En un repecho, va sola"

Con todo, y a pesar del desconcierto inicial, los visitantes del parque terminan encantados. Así lo aseguran dos de sus visitantes, Esther y Joaquín, que defienden la iniciativa con entusiasmo a los micrófonos de esta casa.

"En cuanto hay un pequeño repecho, le das al mecanismo asistido y va sola", dice Esther. Para Joaquín, el avance de la movilidad eléctrica es “una ayuda muy buena”.

La forma de reservar una de estas rutas es sencilla: apenas hace falta reservar por internet con 48 horas de antelación. Totalmente gratis.

Motor del turismo verde

Pero las ventajas no son solo para los usuarios. Esta apuesta por la movilidad eléctrica también ha colocado a la zona como pionera en el turismo verde, algo que beneficia a todas las pequeñas empresas de la zona.

Víctor Casas es el propietario de la Casa de los Arribes, un alojamiento turístico rural. En su opinión, la existencia de este programa solo conlleva cosas positivas. "Los parques naturales son proyectos piloto del desarrollo sostenible del futuro", subraya. "Tenemos que facilitar nuevas visiones de las cosas, entre ellas, la movilidad sostenible. Es un nexo de unión entre los visitantes y la gente de la zona".

Una visión que comparte Jose Antonio Gónzalez, chef de La Chopera, en las cercanías del Lago de Sanabria, uno de los parques conectados por estas rutas eléctricas. "Es un referente para que la gente venga a nuestra zona a algo más que al lago y que se enriquezca de nuestro patrimonio natural", señala. Además, ellos mismos aportan información personalizada sobre estos recorridos a su clientela, lo que aporta que se sientan "más atendidos e informados".

Con dinero de Bruselas

Si Moveletur ha conseguido convertirse en un referente en la integración de la movilidad sostenible y del turismo de calidad es gracias a una financiación llegada directamente de la Unión Europea: el 75% del dinero invertido proviene de los fondos FEDER.

Que el turismo sea más sostenible es una reivindicación europea y, como tal, se ha visto reflejado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia al que la Comisión ha dado el visto bueno recientemente. En concreto, 3.400 millones de euros destinados a conseguir que las empresas del sector se digitalicen y sean menos lesivas para el medio ambiente.

Equilibrio con el entorno

¿Qué implica ser sostenible? Se refiere a un equilibrio adecuado entre los aspectos medioambientales, económicos y socioculturales del turismo, de acuerdo con la definición de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Así, ha de darse un uso óptimo a los recursos medioambientales, respetar la autenticidad de las comunidades anfitrionas y asegurar unas actividades económicas que sean viables a largo plazo y que reporten beneficios económicos bien distribuidos.

España es desde el siglo pasado una potencia turística. Hasta la llegada de la pandemia, en los últimos años se venían batiendo récords de llegada de visitantes a nuestro país. En 2019, 83,5 millones de personas escogieron nuestro país como destino.

Obviamente, la pandemia ha hecho que las cifras se desplomen, al tiempo que los confinamientos y cierres de fronteras han limitado al máximo la movilidad hasta fechas recientes. Sin embargo, las vacunas y la aprobación por parte de la Unión Europea del Certificado COVID Digital permiten un verano más optimista y un final de año con mejores perspectivas que en 2020.

El reto al que se enfrenta España es el de acompasar el gran potencial turístico del país -sol y playa, fundamentalmente- con todas las oportunidades del interior que permitan el doble objetivo de aprovechar y cuidar los espacios naturales, fundamentalmente situados en la España Vaciada.

Como se ve en el gráfico debajo de estas líneas, en 2019 los principales destinos en nuestro país fueron las comunidades costeras, con Cataluña y los archipiélagos como destinos clave para el turista extranjero.

La clave reside ahora en conseguir un turismo de calidad, respetuoso con el medio ambiente y que permita reducir los desequilibrios en el territorio. De momento, este primer experimento va sobre ruedas.