Raquel González ha vuelto a andar después de dos años desde que sufriera un ictus que paralizó su cuerpo: "Solo podía mover el cuello, me levantaban con grúa, no podía comer sola, ni hablar", relata a laSexta. Afortunadamente, su situación ha mejorado, y en ello ha tenido mucho que ver el apoyo a la investigación.

"Es una sensación de libertad, estoy andando otra vez", explica emocionada. Raquel ha mejorado su movilidad en el Centro Europeo de Neurociencia de Madrid gracias a un exoesqueleto que le permite volver a aprender a andar: "Consiguen sentir y entender el movimiento y repetirlo una vez que lo quitan", apunta una de las técnicas que asisten en el centro.

Este exoesqueleto que ha permitido dar un gran paso a Raquel en su recuperación ha sido desarrollado por Able Human Motion, una empresa con sede en Barcelona que diseña, fabrica y comercializa exoesqueletos innovadores. Por el momento, hay tres clínicas en España que cuentan con este innovador modelo, pero Able Human Motion quiere ir más allá.

Con el objetivo de mejorar la movilidad, salud y calidad de vida de las personas con discapacidad, Alfons Carnicero, CEO de la empresa, explica a laSexta su meta final, y es que las personas con discapacidad puedan tener en su día a día un exoesqueleto doméstico "más ligero, de unos 13-14 kilos". Y más barato que el actual, en torno a los 30-40 mil euros.

Carnicer espera que este nuevo modelo esté listo de aquí a dos años. Y para ello no contará solo con esfuerzo y talento. Fondos estatales y europeos han servido para ayudar a desarrollar desde sus primeros prototipos, que podemos ver en el vídeo, hasta llegar a la fase comercial. También este último producto destinado a uso personal contará con financiación de Bruselas.

Además de apoyar estos dispositivos médicos, el Parlamento Europeo trabaja también para garantizar el acceso a productos y servicios para personas con diversidad funcional. El 27 % de la población de la UE de más de 16 años tenía alguna forma de discapacidad en 2022, según datos de Eurostat.

Por eso, y teniendo en cuenta que esta cifra irá en aumento por el envejecimiento de la población, la UE trabaja para instaurar una normativa como la Directiva Europea de Accesibilidad, aprobada en 2019, que nació con la intención de mejorar el acceso a distintos productos y servicios que van desde teléfonos, ordenadores, terminales de pago o servicios bancarios, entre otros muchos servicios.