Europa ya no puede confiar en Estados Unidos, según afirma Angela Merkel: "Europa ya no puede esperar a que EEUU le proteja de los conflictos en el mundo porque la mayoría suceden a nuestras puertas. Europa debe coger las riendas de su destino".

Hacer saltar por los aires el acuerdo con Irán ha sido la gota que ha colmado el vaso. La canciller alemana quiere un nuevo punto de partida, mientras que Macron ve la apuesta y la sube: quiere reformas profundas para que Europa decida por sí misma.

El presidente de Francia no lo nombra, pero también se refiere a Trump: "¿Quién va a decidir sobre nosotros? ¿los que nos amenazan y nos hacen chantaje? ¿los que dicen que las reglas que ellos mismo han contribuido a elaborar no valen nada?".

Usa un tono sorprendentemente duro teniendo en cuenta la sintonía que mostró con Trump en su viaje a Estados Unidos. "Otras potencias, igual de soberanas que nosotros, decidieron no respetar su palabra, ¿debemos por ello renunciar a nuestra propia elección?", se pregunta.

La alianza duradera entre Europa y Estados Unidos se está agotando. La decisión de Trump ya ha dejado consecuencias bélicas como el enfrentamiento entre Israel e Irán a base de misiles.

Ahora, Merkel ha rebajado el tono y ha dicho que no se está cuestionando sus fuertes lazos con el gran aliado estadounidense, pero ha vuelto a lanzar el dardo de una manera más fina: las acciones de Trump vulneran la confianza en el orden internacional.