Italia ha afrontado su día clave en unas elecciones que no solo suponen un desafío a nivel nacional, sino a nivel europeo. Las fuerzas ultras de la derecha, con Meloni, Salvini y Berlusconi a la cabeza, han conseguido ganar las elecciones, siendo ella la principal candidata a ser la próxima presidenta del Parlamento italiano.

La candidata postfascista, líder de Hermanos de Italia, tiene por delante una situación inédita en Europa, con un partido de extrema derecha pudiendo liderar uno de los países fundacionales de la Unión Europea, como recuerda David Gómez, colaborador de 'El Orden Mundial'.

La alternativa era un bloque de la izquierda liderado por Enrico Letta, que une a las fuerzas frente al extremismo. Ellos no han conseguido transmitir la misma estabilidad que sí han logrado las fuerzas de la derecha, unas "ideas simples", según David Gómez, que han transmitido "seriedad dentro de un país inestable".

Héctor Sánchez Margalef, investigador del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), cree que una de las claves de estas elecciones nace del "blanqueamiento" por parte del PP europeo de la derecha radical o extrema derecha.

Pero la polarización irá a más, así como la tensión interna en estas formaciones. "Los adjetivos de 'fascista' van a esta orden del día. A nivel político y social, es bastante probable que haya disminución de derechos: aborto, políticas LGTBIQ, políticas medioambientales...", valora Sánchez Margalef.