Desde este miércoles los ciudadanos de una quincena de países de fuera del espacio Schengen podrán comenzar a llegar a la Unión Europea después de que los 27 acordaran aprobar la propuesta remitida el pasado lunes. Una lista de la que han quedado fuera países como Estados Unidos, Brasil o Rusia y que, según han señalado, atiende solo a criterios epidemiológicos.

La lista incluye a Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Montenegro, Nueva Zelanda, serbia, Ruanda, Uruguay, Tailandia, Tunez, Maruecos y China, pero condicionados en los dos últimos casos a que Rabat y Pekín autoricen a su vez a viajar allí. Además, los residentes de Andorra y Mónaco también podrán moverse por la UE.

La lista según ha señalado este martes la ministra Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se revisará de forma quincenal y la permanencia de estos países o la inclusión de otros nuevos queda sujeta a que los contagios en los países de origen no superen la media europea, que los datos que proporcionen sus autoridades sean fiables y que su curva de transmisión deberá estar en fase descendente.

España, reapertura el 2 o 3

Aunque los estados miembros han acordado la reapertura de las fronteras exteriores para este miércoles, España lo hará uno o dos días más tarde. Montero ha explicado que el retraso se debe a que el BOE ha publicado este martes una prórroga de una semana para la restricción de entrada a los viajeros de terceros países fuera de la UE y del espacio Schengen, pero ahora que los Estados miembros han dado su visto bueno al acuerdo, el Gobierno dará la orden el miércoles y "estaría en condiciones de que entrara en vigor el día 2 o 3".

En este sentido, la ministra portavoz ha defendido que "no hay contradicción" y que el Gobierno se adapta a los ritmos de la UE, aunque ha reconocido que hubieran preferido que las negociaciones acabaran el viernes.

Montero destacó que se trata de "un paso importante en la reactivación de los movimientos internacionales" y ha destacado que "requiere un abordaje monitorizado compartido".

Igualmente, aseguró que "en los aeropuertos españoles se han puesto en marcha todas las medidas de control que se han considerado necesarias en ese abordaje común de la UE", citando "controles documentales" y "de temperatura" y defendió que quienes critican los controles sanitarios en los aeropuertos españoles, como la Comunidad de Madrid, hacen "flaco favor a este sector y a nuestra economía".

"Algunos están instalados en la protesta permanente sin importar si su crítica se lleva por delante a miles de empresas que viven del turismo", destacó la ministra que concluyó que "es irresponsable alentar falacias".

Las fronteras europeas se cerraron el pasado 17 de marzo, aunque se mantuvieron abiertas para los ciudadanos de la UE y Schengen y sus familiares, así como los nacionales de terceros países que sean residentes de larga duración en la UE, el personal sanitario y científico trabajando contra la COVID-19, las personas que transportan mercancías, los trabajadores fronterizos y los temporeros agrícola.