La ciudad francesa de Estrasburgo vive las consecuencias del tiroteo que tuvo lugar ayer en un mercadillo navideño en el que murieron tres personas y 11 resultaron heridas.

Las fuerzas de seguridad han prohibido las manifestaciones en la localidad. "En vista de los acontecimientos este 11 de diciembre en Estrasburgo se prohíbe cualquier asociación, así como cualquier manifestación, hasta nuevo aviso en la zona", ha indicado la Prefectura en su cuenta de Twitter.

Aunque el centro de la ciudad ya no se encuentra acordonado. La policía pide a todo el mundo que "permanezca particularmente atento y siga las instrucciones de las autoridades".

Las operaciones policiales continúan para localizar y detener al autor del tiroteo, que ha sido identificado como Chérif C., de 29 años. La cadena de noticias BFMTV ha destacado que el presunto tirador, que cumplió condenas por "delitos comunes" en Francia y Alemania, habría abandonado el lugar de los hechos en taxi.

El conductor del vehículo en cuestión ha asegurado a la Policía que el sospechoso se encontraba herido y que le robó.

"Nuestras fuerzas de seguridad están completamente movilizadas para arrestar al asaltante", ha indicado el ministro del Interior, Christophe Castaner. "Se han movilizado 350 personas sobre el terreno, incluido un centenar de agentes de la Policía judicial y dos helicópteros. Las unidades RAID, BRI y Sentinelle se encuentran trabajando en la zona", ha explicado Castaner.

El ministro ha afirmado que se reforzará la seguridad en todos los mercadillos navideños del país, así como en los controles fronterizos. En Estrasburgo, por otra parte, los mercadillos permanecerán cerrados este miércoles, tal y ha adelantado el alcalde, Roland Ries.

Los servicios de autobús y tranvía han sido restaurados tras cancelarse durante el ataque. Según Castaner, el atacante "sembró el terror en tres puntos de la ciudad": las calle Orfèvres, la plaza Gutenberg y el puente de Corbeau.