El despliegue de seguridad para la coronación de este sábado del rey Carlos IIIva a ser histórico. Unos 30.000 policías blindarán la coronación a pesar de que han reconocido que no existe ninguna amenaza directa contra la ceremonia. Sin embargo, estos son los invitados incómodos y los que quieren aguarle la fiesta al monarca:

Republicanos

Los republicanos son los únicos potencialmente capaces de aguarle la fiesta al rey Carlos. De hecho, eso es lo que se proponen. Al menos mil personas se concentrarán en tramos cercanos al recorrido para que, cuando el nuevo monarca pase, pueda oírlos gritar. Quieren que Carlos III sea el último rey de su historia.

Integrantes de la Commonwealth

Tampoco lo quieren en algunos territorios de la Commonwealth. Tras el abandono de varios países, ahora otros han firmado una carta pidiendo que Inglaterra reconozca el genocidio que provocó durante la colonización.

Invitados incómodos: Harry, Andrés y Ana

Además de las amenazas externas, están las internas, porque, aunque esto no es una boda, también este sábado habrá invitados incómodos. De esos que apetece que cancelen en el último momento.

El primero, evidentemente, el príncipe Harry. Por muy hijo que sea, con los líos de familia que tienen se sabe que todas las miradas estarán puestas en él. En cada gesto, en cada contacto que haga.

El número dos es el príncipe Andrés, que se resiste a abandonar la escena pública, a pesar de la mancha negra que supone para la monarquía tras las acusaciones de agresión sexual a menores.

Y, por último, la princesa Ana. La hermana del protagonista se ha convertido en la invitada incómoda sorpresa del evento tras decir que no es buena idea el recorte a la monarquía que quiere hacer el nuevo rey. Unas palabras con las que, se cree, da su apoyo a los dos invitados incómodos anteriores.