La salida de una discoteca en Corinaldo, al norte de Italia, se colapsó por completo. Los jóvenes, la mayoría de entre 16 y 18 años, cayeron a un foso y quedaron amontonados tras atravesar un pequeño puente que acabó cediendo.

En medio del caos, algunos escapaban pisoteando a los caídos, mientras otros intentaban echar una valla abajo para liberar a la gente.

La estampida ha provocado la muerte de seis personas, cinco de ellos menores de edad. Fuera de la discoteca, los servicios de emergencias atendían a los más de 100 heridos, 13 de ellos están en estado muy grave.

Durante el concierto al que asistían, alguien lanzó gas pimienta desatando el pánico y la estampida de los más de 1.000 asistentes. El músico, un ídolo entre los adolescentes italianos, ha mostrado su pésame a través de las redes sociales: "Es difícil encontrar las palabras adecuadas para expresar el dolo de esta tragedia. Todo mi amor y apoyo a las familias de las víctimas y los heridos".

Mientras la investigación sigue en marcha para esclarecer lo ocurrido, el Ministro del interior, Matteo Salvini, ha dicho que es "probable que dentro del local hubiera más gente de la prevista y permitida".