Estados Unidos y la Unión Europea se refieren ya a los ataques contra la población civil en Ucrania como "crímenes de guerra". El primero en hacerlo ha sido Joe Biden, el presidente estadounidense, quien ha señalado directamente al presidente de Rusia, Vladimir Putin, como "criminal de guerra". Lejos de matizar su denuncia, el presidente de Estados Unidos le ha llamado "asesino", "dictador" y "un puro matón que libra una guerra inmoral". Su secretaria de prensa, Jen Psaki, ha reconocido que estas palabaras "le han salido del corazón".
También el secretario de Estado de Seguridad de EE.UU., Antony Blinken, ha mantenido que se están cometiendo crímenes de guerra en Ucrania, pero sin señalar directamente a Putin. Una afirmación que con la que también está de acuerdo el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borell, que ha condenado una vez más los ataques de las fuerzas rusas a la población civil ucraniana, los "crímenes de guerra".
"La guerra de Rusia contra Ucrania y su gente dura ya tres semanas completas. 21 días de Rusia bombardeando las ciudades de Ucrania. Cometiendo crímenes de guerra. Apuntando a civiles. Muriendo de hambre. Matando a niños. Y mintiendo descaradamente al respecto", ha expuesto el mandatario europeo en sus redes sociales.
Desde el Kremlin, y respondiendo directamente a las declaraciones del estadounidense, tachan de "inaceptable e imperdonable" sus afirmaciones. "Consideramos inaceptable e imperdonable semejante retórica por parte del jefe de un Estado cuyas bombas mataron a centenas de miles de personas en todo el mundo", ha declarado el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
¿Qué se considera crimen de guerra?
La acusación está en el aire, por eso es inevitable hacerse una pregunta, ¿qué implica ser un criminal de guerra? La experta en Derecho Internacional Concepción Escobar, consultada por laSexta, explica que se consideran como crímenes de guerra atacar a la población civil, "porque en un conflicto armado es necesario hacer una distinción clara entre el combatiente y la población civil, como hospitales o centros de refugios
La Corte Penal Internacional mantiene ya una investigación abierta y tendrá que determinar si se han cometido esos crímenes y qué personas los han cometido. En caso de demostrarse su culpabilidad, el presidente ruso podría acabar siendo juzgado, pero para que la Corte le pueda juzgar es necesario que Rusia le entregue porque tendría que estar presente, una posibilidad que ahora mismo parece poco probable.