Estados Unidos ha pasado de los tres a los cuatro millones de contagios de COVID-19 en solo 16 días, marca que ha superado el pasado jueves. Los expertos, por otro lado, advierten de que la cifra podría ser incluso 13 veces mayor en algunas zonas.

Ante esta situación, Donald Trump ha cambiado completamente su discurso sobre la pandemia renuncia a la convención nacional republicana en Florida para "proteger la vida" de los estadounidenses. "Miré a mi equipo y les dije que no era el momento correcto para celebrar un gran evento con lo que está pasando", ha explicado el mandatario a los medios de comunicación.

Los republicanos pretendían reunir a unas 15.000 personas en un estadio en el epicentro de la pandemia, donde los contagios siguen creciendo a un ritmo frenético.

Trump justifica este viraje porque en juego está, dice, la vida de cientos de personas. "Tengo que proteger la vida de los estadounidenses, que es lo que siempre ha hecho y siempre haré".

Pero lo cierto es que hace solo unos días estaba celebrando multitudiarios mítines. Para los expertos este cambio de discurso podría tener que ver con un intento de subir en popularidad.

Según los datos de la última encuesta del Washington Post, Biden le saca más de 10 puntos en intención de voto a Trump.

En busca de culpables

No obstante, a la hora de buscar culpables por la preocupante situación que vive el país, Trump prefiere señalar a los jóvenes y a las protestas antirracistas del movimiento 'Black Lives Matter'.

"Hay muchas causas probables para el aumento en los casos de infección, pero los casos comenzaron a crecer entre los jóvenes estadounidenses poco después de las protestas, que desencadenaron una relajación más amplia de los esfuerzos de mitigación en todo el país", ha dicho durante la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca.

Otra de las probables causas a las que se ha referido es un "incremento sustancial" de los viajes entre regiones de Estados Unidos, "reuniones en vacaciones como el Día de los Caídos y los jóvenes que se congregan de forma estrecha en bares y, probablemente, en otros lugares".

Situación epidemiológica complicada

En al menos doce ciudades, entre las que se encuentran Miami o Las Vegas, unas de las más afectadas, se han quedado atrás en la respuesta de la pandemia.

A esto hay que sumar el fuerte incremento en el número de hospitalizaciones —muy cerca de alcanzar el pico de abril— y también el de decesos, que por tercer día consecutivo ha superado los 1.000 fallecidos.