EEUU mantiene a sus tropas en Irak, a pesar de la petición del Parlamento iraquí. Ya lo había advertido Trump. Ellos no se van y, si quieren echarles, le pasará factura a Irak, literalmente: "Tenemos mucho dinero suyo (de Irak). Tenemos 35.000 millones suyos en una cuenta bancaria. Y creo que ellos accederán a pagar", afirmó.

Se refiere así a los fondos que el Estado iraquí tiene en Estados Unidos. Con ellos pretende cobrarse Trump lo que su país ha gastado en Irak. Cree que se lo deben.

"Trump enfoca esto de una forma más explícita que otras administraciones. Si otras administraciones daban un barniz de derechos humanos o de una legitimidad humanitaria a sus operaciones en el extranjero, Trump pone el acento en el beneficio económico en primer lugar", indica Leila Nachawati Rego, especialista en Oriente Medio.

Lo que no cuenta Trump es lo que Estados Unidos ganó con la invasión, que esta se hizo por voluntad de Washington o lo que esa guerra supuso para Irak. Leila Nachawati Rego afirma que "es muy parecido a cuando decía que quería levantar un muro en México y que lo iban a pagar los mexicanos". "Tiene mucho que ver también con la impunidad. Irak es un país devastado a raíz de esa ocupación extranjera", añade la especialista en Oriente Medio

De momento, el primer ministro iraquí deja la decisión sobre las tropas estadounidenses a su sucesor. Pero los grupos políticos chiíes, mayoritarios en el Parlamento exigen su expulsión. Y las milicias chiíes partidarias de Irán pueden crear problemas.

"La presencia de las tropas estadounidenses en Irak se hace realmente insostenible. No solamente se eliminó a Soleimani, también a Muhandis. Por tanto, tenemos a la más poderosa milicia proiraní dentro de Irak demandando venganza por la eliminación de su propio jefe", señala Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudio de Conflictos y Acciones Humanitarias. Ahora ellos puede convertirse en objetivo.