El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que su Gobierno iniciará redadas masivas en nueve ciudades del país para deportar a "miles" de indocumentados, y dijo que planea visitar en algún momento un centro de detención para inmigrantes.

Esta medida ya ha desatado protestas en varios puntos del país: con velas y pancartas, piden al Gobierno el cierre de estos centros de detención, que los organizadores califican como 'campos de concentración'.

Elora Mukherjee, abogada de la Universidad de Columbia que visitó hace unas semanas el centro de detención de Clint, Texas, relató que los menores recluidos en el lugar vivían con miedo a los guardias, dormían poco y no tenían acceso a jabón.

El que está "orgulloso", dice, de los centros, es Mike Pence. El Vicepresidente de los Estados Unidos ha visitado uno en Texas y comenta que es duro ver a familias retenidas, pero asegura que están en buenas condiciones.