"Te vamos a sacar". Es la promesa que repetía uno de los rescatadores a Anurag Maloo, un alpinista indio que llevaba tres días desaparecido y enterrado bajo la nieve en el Annapurna, en Nepal. "Sé fuerte, amigo ", le pedía, tal y como puede verse en el vídeo que ilustra estas líneas.

Una avalancha le había arrastrado hasta una estrecha grieta en una de las zonas más peligrosas del Annapurna, a más de 6.000 metros de altura. Tras caer, el equipo de rescate comenzó su búsqueda, pero un nuevo alud truncó el rastreo.

Tras no encontrarle tampoco al segundo día, al tercero se producía el milagro. "Nuestra expectativa era que estuviera muerto al 99%", asegura Chhepal Sherpa, del equipo de rescate. "Podíamos ver cómo el cuerpo se movía, respirando", relata el rescatista, que califica lo ocurrido de "milagro".

La dificultad para extraerlo era máxima, según detalla el jefe de equipo de rescate, Álex Txikon. "Todos esperaban que irían a sacar a un cadáver, en una zona muy muy peligrosa donde les cayeron las avalanchas", incide, señalando que es "un milagro" que consiguieran sacarle con vida.

El alpinista indio tenía rotos los brazos y las piernas y se comunicaba con sus rescatadores pestañeando, de acuerdo con Txikon. Ahora, aunque su pronóstico es reservado, su vida no corre peligro, pese a haber pasado 72 horas enterrado e inmóvil en la nieve.