La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE pretendía que los países llegasen a un acuerdo y formalizasen una "estrategia coordinada" de medidas económicas para mitigar los efectos derivados de la crisis del coronavirus.

Sin embargo, la reunión que se ha celebrado de manera telemática, y que ha durado seis horas, ha finalizado sin acuerdos. Los líderes europeos han decidido darse 15 para pactar una respuesta fiscal coordinada.

España e Italia han sido los países que han rechazado un primer acuerdo al considerar que no era lo suficientemente ambicioso y solidario. Ambos son, dentro de la Unión, los países en los que el coronavirus golpea más fuerte, dónde hay más contagiados y también más muertos, y dónde se espera una repercusión más dura de la crisis sanitaria en la economía.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, pide que en las dos semanas de prórroga la Unión Europea sea capaz de "encontrar una solución adecuada a la grave emergencia que están experimentando todos los países" del continente. También, durante la cumbre, Conte ha propuesto junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la creación de un grupo de trabajo compuesto por los presidentes de las principales instituciones comunitarias.

España e Italia, a favor de una deuda mutualizada

El debate durante la cumbre ha girado en torno a la necesidad de movilizar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate europeo, y de emitir coronabonos. Estos últimos son un instrumento que permite a los países de la UE compartir riesgos con una deuda conjunta, en este caso para luchar contra la pandemia.

Tanto España como Italia se cuentan entre los nueve países que han reclamado la utilización de deuda mutualizada ante una crisis que afecta a todos por igual y ha sido provocada por causas externas. Frente a estos, Alemania y otros países del bloque comunitario como Austria se open duramente a la emisión de deuda conjunta.